El grupo Jonas Brothers no alcanza tal pronóstico, sin embargo, apenas el año pasado se llevó a casa más de 50 millones de dólares sólo por presentaciones en vivo.
Justin Bieber, la nueva estrella juvenil, tiene apenas un año de carrera en las grandes ligas de la música, y por tanto no hay cifras certeras que avalen sus ganancias, sin embargo, su nuevo disco, My World 2.0, es uno de los más vendidos en el mundo, y logra congregar a miles de jovencitas en conciertos pagados o gratuitos, firmas de autógrafos y programas de televisión.
La respuesta europea a estos gigantes de la música juvenil de EU es la banda alemana Tokio Hotel, quienes han llenado estadios y roto récords de ventas con sus discos. Hace dos años dieron el salto a América: tienen miles de fans en Estados Unidos, y aunque en ese país no alcanzan la popularidad de Miley o Jonas, su mayor mercado se encuentra en Latinoamérica, donde hay clubes, blogs y cientos de páginas en internet dedicadas a ellos.
Le dan al clavo
Los ídolos juveniles de hoy cuentan con mayor mercadotecnia y publicidad, además de que los chavitos de hoy tienen un mayor acceso a la información, dice Luis Jasso, del área de Prensa de Ocesa. “Se casan con marcas y tienen canales de televisión a su disposición, como Disney Channel. Eso les ayuda porque antes no había canales dedicados a promover artistas, cuando te gustaba un artista no estabas a un clic de saber más de ellos, como sucede actualmente”, continúa Jasso.
Miley Cyrus y Jonas Brothers tienen programas de televisión, películas y productos que se desprenden de éstos, como ropa, pósters y discos
via. JBMW
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